Gerardo Parra es un nombre bastante reconocido dentro del selecto grupo de magos e ilusionistas en Chile. Para la cultura general nacional, este nombre no es tan ampliamente conocido como sí lo es su nombre artístico: Mago Oli. No obstante, la primera relación que se suele hacer con este mago (o incluso, el primer resultado que entrega el algoritmo de la red) es la situación vivida en 1985 con el accidente en el famoso “tarro de leche”, un acto de escapismo debido a un descuido de uno de los voluntarios del público, al momento de cerrar el recipiente con agua en el que se encontraba Gerardo, esa situación dificultó la ejecución de su posterior escape. A partir de este hito, la prensa utilizó este hecho para levantar una serie de rumores, que le permitieron a Gerardo un impulso publicitario en su trabajo, por lo que, a pesar de tener aquel accidente en el programa, logró realizar innumerables veces la misma prueba con igual o mejor éxito. Aunque la verdad de las cosas es que este acto, que al contrario de lo que muchos creen, nunca fue transmitido en directo en el momento que ocurrió, y que además lo realizó con éxito en muchas oportunidades, incluyendo la del incidente mencionado. De hecho, aquel vídeo fue solo una muestra hacia el público de que aquel efecto era riesgoso. No obstante, aquel incidente, es sólo una pequeña parte de lo que fue y de lo que es, actualmente, la carrera de Gerardo Parra.
Aunque nació en Santiago sus primeros 4 años los vivió en el puerto de San Antonio, es debido a la temprana muerte de su padre, que junto a su madre y hermana deciden trasladarse a Santiago donde vive desde entonces. Gerardo tuvo sus primeros acercamientos a la magia tal como lo hicieron muchos otros magos e ilusionistas de su época. ya a sus 7 años comenzó a leer libros prestados y obsequiados relativos a la magia, lo que llevó a conocer a su principal mentor, el reverendo padre Ambrosio Lengerich, quien se dedicaba a difundir la magia para personas en situación de hospitalización Hospital Salvador. De esta forma, sus aprendizajes adquiridos llevaron a Gerardo a presentarse en 1968, con 13 años recién cumplidos, en el Congreso Internacional de Magos realizado en Viña del Mar, del cual resultó ganador del 2do lugar en categoría juvenil. Este hecho le permitió, posteriormente, incursionar desde temprana edad en la televisión de la época. Del porqué comenzó a llamarse “Mago Oli” tiene mucho que ver con su incursión en el mundo
televisivo. Al momento de ingresar a estudiar Psicología, se consolida, al mismo tiempo, como mago en la televisión, participando en programas como Pin Pon y Trotamundo de canal 7, Sábados Gigantes en Canal 13, El club de los Bochincheros como parte del elenco estable. Es así como su rotación en los medios lo consolida y retoma su participación en Sábados Gigantes, pero de manera estable, tanto en rol de mago como de modelo presentador, con sus intervenciones de mucho humor y bastante locura. De ahí que sus constantes apariciones fueran exaltadas por la figura de Don Francisco, presentándolo siempre como el mago más “oli” que había en Chile, por lo que la gente comenzó a denominarlo como Mago Oli, y que le motivó la creación y desarrollo del personaje basado en su nuevo apodo. esta circulación y difusión en la televisión fue el emblema de la década de 1980 y continuó así, incluso, en la década de 2010.
A la par de su participación en televisión, no descuidó del todo sus otras redes de actuación, uno de sus lugares predilectos fue el restaurant internacional conocido como El Alero de los de Ramón, en el cual estuvo actuando hasta su cierre en 1988. Incluso, Gerardo Parra fue participe de competencias de magia como la realizada en el Congreso Nacional de Magos de 1978 realizado en La Serena, en donde obtuvo 5 premios en 5 categorías diferentes y además “EL GRAN PREMIO” de la competencia, premio otorgado al mago más destacado del certamen.
De esta forma, ya sea en la magia de salón, la de televisión, la de festivales y congresos, Gerardo Parra fue una figura connotada y con mucha destreza, destacando, además, por sus toques de humor en cada una de sus rutinas. Sus principales actos oscilaban entre el escapismo, levitación, prestidigitación y cartomagia, actos arriesgados de ilusionismo, etc. Al respecto, él comentaba -siendo aún joven- que “Mis pruebas preferidas son las de escenario, especialmente las con botellas y tragos […] Son más originales que las de la paloma. Quiero un estilo propio, dentro de la tónica mundial que había desterrado, por un tiempo, las cajas y demás accesorios inmensos que usaban los magos (…) También me gusta la magia de ‘close-up’, que está creada especialmente para la televisión; el mago está rodeado de público por todos lados y no existe el desplazamiento. El escenario es un pequeño tapete”. (Revista Qué Pasa, 20 de marzo de 1975) Incluso Gerardo, comienza a incursionar en esta modalidad de magia en el
Hotel Sheraton desde mediados de la década de 1970, influencia que recibió luego de su estadía en los Estados Unidos, aquella magia intima, a tan solo centímetros de los ojos, lo transformó en uno de los pioneros en Chile en difundir esta modalidad de magia.
Para el estilo de magia Gerardo prefiere, personalmente, la magia más íntima, la magia de close up o mago de bolsillo como se le denominaba en la época, y la magia de salón, sin embargo, por las necesidades de los espectáculos que realizaba en teatros municipales y en la televisión, es que comienza adentrarse en las grandes ilusiones, elemento que domina principalmente su espectáculo en este medio.
Gracias a estas metas alcanzadas a tan corta edad, es que decide y logra desarrollarse profesionalmente a tiempo completo desde 1979, lo que lo motivó, posteriormente, a crear un gran show: ‘MAGIABELLISIMO’ un espectáculo de 2,30 hrs de duración que combina humor, música, coreografías y efectos de magia general con grandes ilusiones, y que ha presentado con mucho éxito, a través de gran parte de Chile, en teatros y eventos de empresa, como el Teatro Municipal de Santiago, en Matucana 100 y, otros teatros municipales de diferentes ciudades.
El éxito de Gerardo Parra lo llevó incluso a la televisión extranjera durante el año 2007 y parte del 2008, en el mismo programa que Don Francisco emitía en los Estados Unidos donde aparte de participar como Mago Oli, también lo hace de otra forma, con la invención de su personaje llamado El Profesor Burbujas. Aunque es entrando a la década del 2010 cuando decide minimizar sus apariciones televisivas, concentrarse en sus viajes de perfeccionamiento (principalmente a Estados Unidos), dedicarse mucho más a sus presentaciones con empresas y particulares, ofrecer giras y otras instancias de difusión y conocimiento, entre muchas otras cosas más. De esta manera, Gerardo Parra se ha mantenido vigente por más de 40 años dentro del círculo de la magia en Chile, solamente pausado por la actual emergencia debido a la pandemia de coronavirus que lo ha retraído de espectáculos online y se ha dedicado a continuar aprendiendo para un eventual retorno a los tradicionales escenarios.
Para un mayor detalle de su biografía, vídeos y fotografía puede visitar su página personal: